El proyecto «Ctrl-Alt-Supr, Volver al principio» del artista Andrés Rakos es un trabajo íntimo e instintivo nacido de la necesidad de escuchar y expresar su propia voz. Las obras que forman parte de él reflejan este proceso de vibración interior que encuentra su medio de expresión en la pintura. Es un trabajo sensible, intuitivo, energético, alejado de todo ruido externo, visualizando inconscientemente un estado emocional profundo. Como gesto experimental y liberador, decide expresarse por primera vez en grandes formatos que le permiten captar este desbordamiento interno.

Así, hay juegos de figuración bastante abstractos, con algunos trazos, líneas, letras, borrones, marcas, signos, etc. que muestran un proceso constante e impulsivo de hacer y deshacer en pos de una obra de expansión inmaterial. Estos signos no llegan a revelar ni a decir del todo, dejando que sean los espectadores quienes, en última instancia, les den una sensación de infinitas posibilidades. Las palabras pronunciadas al revés y parcialmente borradas arrojan luz sobre el proceso de volver al principio, dejar atrás, reiniciar, para así, desde la nada, dar a luz nuevos significados que se alineen con su voz interior.

En términos cromáticos, el uso de colores puros refuerza la profundidad de sus creaciones. El blanco y el negro representan el viaje al origen, la búsqueda de la armonía, el equilibrio y la correlación entre su yo interior y la realidad exterior o aparente. A pesar de su contraste, este juego de fuerzas se percibe como tranquilo y completo, donde la luz y la oscuridad no se funden para no diluir este proceso mágico de restablecimiento del cuerpo silenciado.

Durante el viaje, no intenta controlar su agitación emocional; por tanto, no se observan tonos intermedios ni grandes matices, sino simplemente un intento decidido de encontrar la claridad y la pureza que representan la posibilidad de expresar sus verdaderos deseos o de revelarse en la obra en un estado de evolución humana superior de verdad y de encuentro con su yo esencial. Sus cálidos blancos evidencian este momento de pausa e interrupción, de oxigenación y confianza, proporcionando calma, silencio, fuerza y seguridad para magnificar sus impresiones espirituales. No es casualidad que la última obra nacida para esta exposición sea inconscientemente la más clara, la llegada a algo anterior, el comienzo, el vacío, un gran borrón y reinicio evidencia un momento prometedor.

Aunque en algunas obras se aprecia una mayor densidad visual, su paleta serena y sus suaves contrastes le confieren una fuerza particular, haciendo que el conjunto de obras destaque especialmente por su sencillez, pureza, calidez y luminosidad, lo que a su vez pone de relieve el valioso talento poético del artista. El azar es un elemento pictórico determinante en sus obras. Esto se manifiesta en la imposibilidad de controlar el proceso espontáneo de creación y, a su vez, porque el resultado final dependerá del espectador que, al experimentar la obra, conecta con su propia imaginación, conciencia y memoria, dándole un significado diverso en cada caso particular, convirtiendo esta expresión individual en una reflexión colectiva, adquiriendo sentido y belleza.

Más allá de todas las cualidades estéticas de la obra, se trata de un trabajo pictórico que destaca y se percibe como un proceso profundo, espontáneo y libre de creación, conocimiento y re-conocimiento que da lugar a una imagen visual poderosa e inesperada. Su gesto inmediato, intuitivo e impulsivo da cuenta de un proceso de transformación, toma de conciencia y trance hacia una existencia verdadera. En él, su alma inquieta se desnuda en un acto de esperanza y lealtad interior, revelando involuntariamente un talento artístico evolucionado. Algo que quizá comienza como un gesto inocente cobra fuerza vital al encontrar verdadero sentido y significado en su alineación con su estado interior.

En última instancia, la verdadera riqueza y trascendencia de esta obra pictórica reside precisamente en lo que tiene de honesta y personal, porque en «Ctrl-Alt-Supr, Volver al principio», lo que verdaderamente conecta es su arte y su alma.