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BOLETAS 2009-HOY

CURATORÍA

Dr. Gonzalo Leiva

La exposición se articula a partir de entradas plásticas que unifican una tradición de intervención artística y, al mismo tiempo, un deseo de dar importancia a papeles triviales, recibos de servicios, como era costumbre antes de la desmaterialización de los recibos de papel en nuestro país. Hoy, estos recibos, intervenidos y unificados mediante una práctica que simula el estarcido urbano, pretenden interrogarnos bajo siluetas que recuerdan los recursos de artistas y cantantes. En efecto, la provocación creativa del artista Andrés Rakos nos devuelve a estos iconos y materialidades del pasado en un presente vivificante e inquietante. De hecho, el gesto artístico de Andrés Rakos aporta frescura a figuras del mundo musical de ayer, de los videojuegos, del mundo publicitario y computacional, así como a esos papeles perdidos que uno encuentra inesperadamente en cajones, bolsas y paquetes guardados. En efecto, pasamos de la sorpresa a la articulación de un ensayo de artista, originalmente localizado en cuadernos de bocetos, que pasan a indicar la ruta de búsqueda junto con un marcado sentido provocador de su propuesta a través de un colorido agresivo o de expresiones realizadas para resolver el juego. Su obra está acompañada de numerosas fases que, en la historia de la creación artística, le dan un sentido experimental. Del mismo modo, en la década de 1960, los soportes artísticos han tenido diversos desplazamientos, de las galerías a las calles, de los lienzos a las intervenciones, de los bocetos a cualquier soporte factible. Estos desplazamientos proceden de una diatriba fundamental: los límites de lo artístico explicitan su ausencia de límites. Algo se había gestado con las vanguardias históricas de principios del siglo XX, porque dentro de las funcionalidades del collage cubista y dadaísta, al unir lenguajes y soportes, mezclaron mundos heterogéneos. Más tarde, en el Pop Art de los años 60, la búsqueda de Robert Rauschenberg da una nueva categoría a los papeles perdidos, ya que atestiguan una pertenencia y un destino propios. Por la misma razón, cuando el artista Andrés Rakos creó lúcidamente una colección artística de recibos asociados, estaba investigando intuitivamente la consolidación de un lenguaje que transmitiera sus aprehensiones sobre el arte. Así, se esbozó un deseo familiar un tanto sistemático, ya que la intervención de los recibos de papel presentaba una acción inconsciente al dar valor a lo olvidado, a lo que no observamos. Así, tenemos en esta exposición, un resultado como sistema de recibos, como generador de símbolos y escrituras, que, al igual que los mensajes en las calles, nos interroga desde la desesperación existencial. Aunque, el siguiente paso de estas obras es hacia la pasión poética de la realidad porque es precisamente en este punto de reflexión desde lo extraviado donde se nos indica lo más veraz y, por tanto, lo más auténtico. ¡Gracias Andrés, por este impulso artístico que recoge sensibilidades perdidas!

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CURACIÓN

Camilla Gilardi

GAME OVER, fin. El arte es poderoso porque no tiene límites: ante él, el espectador viaja con su mente hacia horizontes inexplorados. GAME OVER, término creado para indicar el final de un videojuego, se utiliza ahora en la jerga mundial para señalar el final de cualquier cosa: una relación, dejar un trabajo, la interrupción de una experiencia. Y tú, ¿qué ves? ¿Adónde te lleva tu imaginación? Tras el final de algo, ¿qué hay de nuevo a la vuelta de la esquina dispuesto a esperarnos? Andrés invita al espectador a convertirse en uno con sus obras de arte, a comprender los mensajes que quiere comunicar mientras da una interpretación personal de lo que ve.